El quickcommerce, también conocido como comercio rápido o entrega ultrarrápida, está revolucionando la forma en la que consumimos bienes y servicios. El desafío de este modelo de negocio es que los productos lleguen a sus compradores en menos de media hora. Y para eso, tienen que estar cerca. Y para eso, los espacios de almacenamiento tienen que estar bien distribuidos en la ciudad.
Como no podría ser de otra manera, el quickcommerce está creciendo muy aceleradamente, generando una nueva demanda de espacios específicos para este tipo de actividad. Para cumplir con la promesa de entrega casi inmediata, los lugares en donde se almacenan los productos tienen que estar en zonas con alta densidad de población y también tienen que ser de fácil acceso al transporte. Esta es una verdad inobjetable. Pero para elegir el depósito adecuado, hay que tener en cuenta otras variables que intervienen en el proceso de compra de un producto. Por ejemplo, hay que considerar que no todos los consumidores son iguales, por lo tanto, no todos quieren lo mismo en relación con las entregas. También hay que tener en cuenta las características de los productos, ya que muchos de ellos requieren almacenamiento en frío. Y también hay que ponderar las necesidades y posibilidades de cada vendedor.
Lo que buscan los consumidores
Si bien podemos pensar que uno de los factores más importantes para un comprador es la rapidez con la que el producto llega a sus manos, muchas veces lo que determina la compra termina siendo el costo.
También influye la flexibilidad en las opciones de entrega, porque muchas personas prefieren esperar la compra en su casa, pero muchas otras, por razones variadas, optan por pasar a buscarla por algún punto de retiro cercano. Estas dos posibilidades pueden hacer variar notablemente el costo de entrega.
El desafío para la cadena logística
La entrega a domicilio, por un lado, presenta un costo significativo y un desafío operativo para los comercios minoristas y sus socios de entrega, por lo que cuesta transportar paquetes individuales a una gran cantidad de destinos finales, además de las posibles entregas fallidas, que también agregan gastos. Por el contrario, entregar una mayor cantidad de paquetes a un único destino (como locales con lockers u otros puntos de retiro) puede ser significativamente más eficiente: en lugar de entregar en una multitud de puertas individuales, se puede entregar la misma cantidad de paquetes en un solo viaje a una única ubicación, lo que reduce tanto los costos de transporte como los costos de mano de obra y el riesgo de entregas fallidas.
Una vez que las empresas determinan las modalidades de entrega que ofrecerán a sus clientes, queda decidir la ubicación y el tipo de inmueble que su cadena logística necesita.
¿Qué tipo de inmuebles necesita el quickcommerce?
Una tendencia, una oportunidad
A partir de un relevamiento reciente, en Cushman & Wakefield detectamos que existen más de 2.000 propiedades con potencial para convertirse en espacios ideales para formar parte de la cadena logística que requieren las tendencias del comercio electrónico.
Entre esas propiedades están las pertenecientes a grandes fábricas que instalan sus oficinas en edificios corporativos, migran su producción a parques industriales y tercerizan su operación logística, desocupando espacios que son ideales para la venta y la posterior transformación en depósitos de última milla.
Fuente: Cushman & Wakefield
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